miércoles, 4 de julio de 2007

- Ya estoy enterado de todo...
- Ah.
- ... y estamos 'muy contentos'. Todo es 'muy normal'.
- Ehm.
- Y perdóname pero ahorita no tengo ganas de hablar, ¿sí?
- Ajá.
- Adiós, mijita.

Tut-tut-tut-tut/

La cama se me hizo enorme.
Sentí que la pijama me nadaba.
Mis manos pequeñitas.
El techo, alto, muy alto.
Adentro, un hueco.
Un luto.

Una lágrima solitaria rodó cuesta abajo, y luego todas las demás cayeron en tropel.

Por él, soy fan de los Dodgers y de los Pumas.
Él hizo que me gustara Charlie Brown y Snoopy, y luego todos los beagles, y los gatos también, sobre todo los siameses.
Con él fui a Ciandonni muchas veces a comer 'helados-calientes'.
Él me dijo que, cuando nací, caí en una cubeta.
A él le dije que quería ser poeta.

Nunca hemos hablado de 'nosotros' y de 'nuestros sentimientos'.
Pero yo lo quiero a él.
Y sé que mi padre me quiere a mí.

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