Las ventanas. Gran invento. Frente a mí hay una ventana. Una ventana que me permite ver y ser vista. Por ahora, funciona sólo para lo primero, porque no hay nadie que esté viendo. Lo único que hay son voces, cayendo por el cubo del edificio. No veo verde, no veo sol ni nubes ni azul ni oigo gatos maullando. Estoy de regreso. Estoy sola. Se acabó Torreón hasta nuevo aviso. Cuando regrese, el pasado se habrá extinguido y ya no veré más jardines. Entonces tendré nostalgia de la nostalgia. Me habrán instalado en el presente.
sábado, 7 de abril de 2007
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