Espagueti de cena y en la cama, tú, tendida a un lado y adentro, muy adentro, también tú. Hibernemos hasta que pase la gripa allá afuera, y déjame dormir otra noche metido entre los pliegues más pequeños de tus labios, en la humedad absoluta, disuelto en agua.
La pandemia se ha extendido con la rapidez de un gamo saltador, y nadie se salva, ni estando fuera de aquí, ni en lugar alguno. La gripa es como el amor: tarde o temprano, todo lo invade. El páramo más yermo, la soledad más acendrada. Todo. La gripa, las cucarachas y el amor, todo es lo mismo. Imperecedero.
lunes, 25 de septiembre de 2006
Quinta noche
Publicadas por María Fernández-Aragón a la/s 23:19
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1 comentario:
Vaya. He sido comparada poéticamente con una cucaracha. Válgamedios. Espero tu pronta retracción o te las verás conmigo cama/adentro y escote/afuera.
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