Teníamos la duda, pero ahora ¡no más! Para todos aquéllos que alguna vez se preguntaron qué chingadamadre soy (yo, no ustedes)...
¡Ajá! La foto es cortesía de Mareo y, ¿saben dónde encontró el letrero? Es más que obvio: en un lugar santo y predilecto por mí. ¿Tendrán la definición de la versión masculina, también? ¿Habrá, me pregunto, uno que otro falso camaleón reptando por las paredes de piedra? ¿Será una señal divina?
Y que me conecto al msn para abrazar y besar virtualmente al pimpollito, y que me dice: "pos ahí estaba [coma] en medio de una zona conocida como... las tinajeras". Guou. I just can't believe it.
domingo, 22 de junio de 2008
Cortesía de un pimpollo
Publicadas por María Fernández-Aragón a la/s 21:57
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1 comentario:
En mi casa hay un tinajero, según mi abuela, pero yo creo que eso del género es algo que solamente afecta socialmente, lo que importa es el amor, ¡oh, perdon! ¿De qué estabamos hablando?
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