A veces amo la tecnología. A veces hasta me congratulo por haber pagado un poquito más para que me dieran un celular con una camarita bien fregona cuando contraté mi plan "no ending". Ésta es una de esas veces.
El chiste del video es que quería mostrar la versatilidad móvil de ese reflejo rojo, que parece ojo de lagarto (o de falso camaleón medio enmariguanado). Pueden ver desde su gestación, del lado izquierdo de la imagen, como un simple puntito blanco. Admiren su tridimensionalidad. Es... poesía natural. Y, por cierto, disculpen al camarógrafo: su pulso no es muy bueno. La música de fondo es Monocordio. Ah, cómo me pone de buenas ese disco, y también el wey solito (Fernando Rivera Calderón), o cuando está con su Palomazo Informativo. Sí, sí. Esas cosas me divierten mucho.
Enjoy, although in lo-res.
miércoles, 20 de febrero de 2008
Luz y movimiento
Publicadas por María Fernández-Aragón a la/s 07:01
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1 comentario:
Tu eclipse lunar de bolsillo...
nice!
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