¿Han visto los redondeles de costras de lodo que se forman alrededor de los charcos cuando empiezan a secarse? Son huellas de humedades y de tiempo y de la violencia de los elementos contra los elementos. Así, pues, hay costras de ojeras alrededor de mis órbitas oculares: son huellas de humedades y de tiempo y de la violencia de las personas contra las personas. Menos mal que sólo quedan esas huellas en mi cara, y no en mi alma. Ésta, pura e incorpórea -en tanto que ilusoria y fementida-, no sufre ni padece nada. No, nada me duele. Nada.
quisiera dormir,
volver a los sueños como quien hilvana frases de una historia inexistente,
fugaz
flexible
lunes, 23 de octubre de 2006
Noche 33
Publicadas por María Fernández-Aragón a la/s 22:11
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario