Sobre la mesa, entre dos cajetillas de Camel, un par de encendedores. Uno verde, otro morado-transparente. La historia cambia. Por fin.
***
N. de los E.: Tinajero abandonará el tono autobiográfico que había manejado hasta el momento para instalarse en la ficción. Es decir que se dedicará a vivir su vida y a escribir sus textos. Y ya. Y qué bien.
lunes, 7 de enero de 2008
Dos encendedores
Publicadas por
María Fernández-Aragón
a la/s
00:06
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