viernes, 12 de diciembre de 2008
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Una vez que hubo encontrado su camino, Tinajero el navegante llamó a sus falsos camaleones, los metió en una jaulita de hierro forjado, levó ancla, izó las velas y se hizo a la mar. 'En otros lares', pensaba para sí, 'estos falsos camaleones vivirán mejor'.
3 comentarios:
Más parece Juan Diego Tinajero
Ave, María.
La inmaculada Mariana Gore
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