miércoles, 8 de octubre de 2008

Vencedores y vencidos.

En breve —esto es, en cuanto me tome un descanso—, escribiré mis impresiones sobre la representación de La Orestiada que vimos anoche en el Julio Castillo, a cargo del Deutsches Theater. Gran cosa. Gran, gran cosa. Mucha sangre, crímenes y venganzas y más crímenes y más sangre y pisos resbalosos por la sangre y cuerpos desnudos y brillantes por la sangre que caía en cascadas desde los altos cielos de los héroes y las heroínas que mueren envueltos en sangre como la sangre de los mortales pero más roja y más brillante su sangre.

Pero, como dije, antes tengo que seguir trabajando. Luego escribiré, porque no es poco lo que quisiera decir.


Fotografía de La Jornada.

Tun, leiden, lernen.
Tun, leiden, lernen.
Tun, leiden, ...
Tun, ...
...

Frieden für immer.

¡Frieden für immer!

3 comentarios:

overcast dijo...

quería verla. quiero. escribe.

Anónimo dijo...

Yo, el verdadero Tinajero el navegante, me molesta y me espanta ver sangre.

Visita mi página y alcanza tus sueños: http://vialactea.ws

Atte
Alejandro Tinajero
alejandro@vialactea.ws

María Fernández-Aragón dijo...

A mí, el verdadero-verdadero Tinajero el navegante, me molesta y me espanta ver errores gramaticales, y todavía más me enoja recibir publicidad en mi blog.

Júscala de aquí.