El Parque México tiene una atmósfera de época dorada caída en desgracia. Estas columnas son el mejor ejemplo (que encontré) de lo que digo. Y también: la gente condechi.
Por otra parte, he estado pensando en lo antinatural que resulta vivir en esta ciudad. Y la gente todavía se ufana de habitar este pozo de miseria, como si los "chilangos" fueran héroes sólo por soportar las continuas obras viales, los asaltos, el tráfico pesado a la hora de salida de las oficinas, la contaminación, la cada vez mayor escasez de servicios en zonas como la Del Valle, la falta de estacionamientos y, en suma, la imposibilidad de llevar una vida verdaderamente humana, en la que uno pueda ver y estar con su gente, pasear con tranquilidad por las tardes, disfrutar las cosas buenas, etcétera. Héroes, ja. Yo prefiero ser un simple mortal si cada día, al caer la tarde, puedo disponer de algunas horas para mí, para la gente que quiero.
lunes, 18 de febrero de 2008
Más domingo
Publicadas por María Fernández-Aragón a la/s 05:44
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4 comentarios:
Ánimo María.
Ay el DF... cuando el Rul tuvo su entrevista para trabajar allá, mi respuesta fue "ojalá que te den el empleo, pero yo no me voy a vivir allá, lo siento"....
ohhh como quiero tardes libress!!!!
arghhh! que envidiaaa!
La foto es buena, me gusta.
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