Imagina que estás en el vértice de tu vida. Esto no quiere decir que estés en la cúspide. Estás en el vértice solamente porque en este punto -piensas- se marca un antes y un después. Imagina que estás parado en el vértice y no sabes hacia dónde vas a girar. Sabes que debes hacerlo. No es necesario que lo hagas, pero quieres hacerlo. Tienes que hacer que algo suceda. Algo como "tu vida". Eso a lo que se han referido tantas personas desde que tienes, uhm, dieciocho años. Ya pasó mucho tiempo. Y eso, "tu vida", es todavía algo que debes hacer que suceda. Una "asignatura pendiente". Estás en el vértice. O, mejor, en un punto de inflexión.
Pero luego piensas. Relees lo que escribiste y piensas. ¿Un antes y un después? Tomas tu cigarro, das una fumada, pasas las yemas de los dedos por el escritorio para barrer una ceniza que cayó ahí, y piensas. Todo el tiempo hay momentos que marcan un antes y un después. No quieres embarcarte en una discusión como la de Aquiles y la tortuga, o la flecha de Zenón. Sólo quieres decir que... Puff. Sólo quieres decir que este punto es diferente a otros.
A partir de aquí, no sabes hacia dónde dirigir tu pensamiento. No sufres. No sufres, pero sabes que se necesitan acciones rápidas. "Se necesitan". No. Tú necesitas. Acciones rápidas. Violentas. ¿Por qué la violencia? Bien, digamos entonces, acciones... drásticas. Medidas urgentes. No entiendes muy bien de qué estás hablando. No estás hablando. No entiendes qué estás escribiendo. Sólo escribes. Te sientas aquí, una tarde de sábado, soleada, decembrina, y escribes.
Suspiras. Haces un gesto con la cara -ése en el que arqueas la ceja derecha y bajas la comisura izquierda de tus labios, un gesto que te jala los cabellos de la nuca- y vuelves a suspirar. Carraspeas. Sientes frío. Mueves la boca de un lado a otro. Dejas que tu mirada se vuelva un poco melancólica, sutilmente melancólica. Nadie te está mirando. Pero escribes esto y piensas que alguien que no te estaba mirando ahora te está imaginando. Inexacta, tal vez grotescamente. Haces otro gesto. No lo describes porque no sabes cómo hacerlo. ¿Cómo empezó todo esto? "Imagina que estás en el vértice de tu vida", whatever that means.
sábado, 8 de diciembre de 2007
Untitled, uninteresting post
Publicadas por María Fernández-Aragón a la/s 12:09
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