jueves, 20 de diciembre de 2007

Sueño/pesadilla

Trabajo para un millonario. Un señor delgado, canoso, bien parecido, de carácter agrio y palabras cortantes. Trabajo para él pero no sé exactamente qué es lo que quiere que yo haga. No explica. Me mira con desdén cuando le pregunto. Me entrega una libreta, unos papeles, una agenda, un bolígrafo, más papeles. Hojeo la libreta. Hay teléfonos. Direcciones, teléfonos, correos electrónicos. Estampas autoadheribles con datos personales de... gente. Llamo. Eso hago. Llamo a la gente. Y hojeo la agenda. Y hablo por teléfono.

En casa del millonario hay una alberca en el jardín. Una alberca en un día nublado con frío. Alrededor hay pinos. Cedros bien recortados. Como palacio francés. Tres automóviles dan vueltas dentro de la alberca. Un jetta verde y otros dos autos oscuros. Hacen olas. El agua se mueve. Es transparente y muy clara. Casi fluorescente.

Voy con el millonario a su despacho. Hay un ventanal inmenso desde donde se ve la alberca. En la alberca todavía hay gente. En motocicletas. Nadando. Se divierten. Me revela el secreto. El millonario esconde algo. Me lo dice. Filo de navaja, cuchillo, armas punzocortantes, la gente se mueve rápidamente en la alberca, la gente se altera, hay confusión, hay mucho movimiento.

Despierto.

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