A veces pienso que he leído demasiado a Fernando Vallejo. Esas veces me descubro por la calle diciendo "qué bonito perro, pero... pobre, qué feo dueño tiene".
martes, 31 de julio de 2007
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Una vez que hubo encontrado su camino, Tinajero el navegante llamó a sus falsos camaleones, los metió en una jaulita de hierro forjado, levó ancla, izó las velas y se hizo a la mar. 'En otros lares', pensaba para sí, 'estos falsos camaleones vivirán mejor'.
A veces pienso que he leído demasiado a Fernando Vallejo. Esas veces me descubro por la calle diciendo "qué bonito perro, pero... pobre, qué feo dueño tiene".
Publicadas por María Fernández-Aragón a la/s 21:14
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