jueves, 5 de octubre de 2006

Noche catorce

... y si Ruy Sánchez hubiera estado anoche, viendo a través de la cerradura, olisqueando el aire desde fuera, tendríamos más nombres en el aire, más labios del agua, y los jardines de Mogador serían juego de niños junto a los nuestros. Pero no, ni él ni nadie supo nada. Fue la reconciliación del sol con la luna.

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